Una Semana Santa especial, si, ha sido una Semana Mayor diferente y ya no hablo sólo por la lluvia, que, climatológicamente hablando, ha sido mala, muy mala con días enteros suspendidos sin que hicieran Estación de Penitencia en la Santa Catedral Metropolitana ninguna Cofradía; hablo de semana diferente desde el punto de vista personal y muy íntimo.
Antes de proseguir con esta reflexión personal sobre mi Semana de Pasión, creo que debo comentar que para mi, durante todo mi vida dentro de la Cofradía de los "Ferroviarios", la Semana Santa terminaba el Viernes Santo una vez que encerraba a mi Cristo de la Buena Muerte. El sábado de Gloria (por favor no lo llamemos Sábado Santo que no es así, es Sábado de Gloria), era de descanso y desmontaje de Pasos y ordenar la casa de Hermandad del propio desorden que provocaba la Estación de Penitencia. Y el domingo, es Domingo de Resurrección, inicio de la Pascua y con mucha alegría iba a ver los Resucitados, tanto el del Zaidín, el de Regina Mundi y la procesión de los Facundillos, donde los niños de la Cofradía de la Humidad sacan en procesión una talla de un Niño Jesús del gran imaginero accitano Torcuato Ruiz del Peral.
Ahora ya si toca hablar de mi sentimientos estos días, el miércoles a las 10'00 de la mañana fui a la Cofradía, como todos los Miércoles Santos para realizar el traslado del Cristo de la Buena Muerte desde su lugar en la Iglesia de San Juan de Letrán a su paso de salida, en el patio anexo a la propia iglesia, aquí os dejo unas cuantas fotos que hice y que subí a mi Facebook "Traslado del Cristo". Es un acto que a mi desde siempre me ha parecido muy solemne y gracias a Dios, conseguí que se tomara como tal y ahora se hace un rezo y la imagen de Cristo va acompañada de luz con ciriales.
Y llegó el Jueves Santo, inicio del Triduo Pascual, y voy a la Cofradía para ayudar a poner el Calvario del paso de Cristo de clavel rojo y me comentan que si quiero asistir al Triduo para que me laven los pies, rememorando cuando Jesús de Nazaret en su Última Cena lavó los pies a los Apóstoles, me hizo mucha ilusión.
Y llegó el Viernes, visita matutina a ver los pasos ya terminados, charla con los amigos y preparado ya para disfrutar del Cristo en la calle, tenía la corazonada que iban a salir, que el tiempo respetaría y que podríamos hacer Estación de Penitencia y así fue. Esto, lo dejo para mañana, el Viernes Santo requiere un post completo, son muchos sentimientos, muchos momentos especiales.....
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