No soy optimista, porque no estoy seguro de que todo saldrá bien. Tampoco soy pesimista, porque no estoy seguro de que todo va a salir mal. Simplemente, conservo la esperanza en mi corazón.
La esperanza es la sensación de que la vida y el trabajo tienen una razón de ser. Y esa esperanza la tenemos o no la tenemos, cualquiera que sea el estado del mundo que nos rodee. Una vida sin esperanza es una vida vacía, tediosa e inútil. No consigo imaginarme luchando por algo sin que aliente en mi la esperanza. Es un don tan precioso como la vida misma.
La esperanza es la sensación de que la vida y el trabajo tienen una razón de ser. Y esa esperanza la tenemos o no la tenemos, cualquiera que sea el estado del mundo que nos rodee. Una vida sin esperanza es una vida vacía, tediosa e inútil. No consigo imaginarme luchando por algo sin que aliente en mi la esperanza. Es un don tan precioso como la vida misma.
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